Sin Rechistar

Para toda protesta hay una respuesta...

Obligada a Tragrarlo Todo

Al cruzar el umbral de aquella puerta sabía que iba a ser usada como una perra. Mis piernas temblaban de emoción y de temor; pero, también de deseo.

Uno de ellos me agarró del pelo sin mediar palabra, me empujó para que me arrodillara y llenó mi boca de golpe. No me resistí. En realidad lo deseaba. Ansiaba sentir las manos de aquel cabrón enredadas en mi pelo y notar la fuerza, la contundencia con la que me estaba inundando la boca.

Fue breve. Quizá no. En realidad no supe medir el tiempo. Mi deseo volaba libre y no me importaba que no me entendiesen.

«Gracias Señores, ha sido delicioso», les dije mientras me tragaba su semen jugando con la lengua en mi boca con todo su sabor de ellos.

Perra en Celo

Es como si hubiera alguna conjunción planetaria excepcional y me hubiera llegado muy dentro porque siento por todo mi cuerpo, en estos días, que estoy más ardiente, me siento más zorra y con una ganas tremendas de ser penetrada, no por una sino por muchas pollas grandes, duras y gordas, a la vez por todos y cada uno de los agujeros de mi cuerpo.
Si, necesito ser sometida, usada, mancillada, atada, azotada, follada, abusada... sin ninguna contemplación.

Perra Sumisa